arkhḗ –  remembrar el sentido acuático del futuro - ensayo sónico visual (2024)
con diana droste flórez

Tejido desde los intersticios, los despliegues y las vidas posteriores de los sonidos que nos atraviesan, en espirales provenientes de cavernas asincrónicas e internas, mi madre y yo derivamos entre mareas murmurantes y ríos bajo los ríos, trazando los contornos del pertenecer, el hogar y la identidad. En este flujo, las aguas nos llevan a través de mundos y tiempos, hilvanando y deshilvanando a su paso. Las historias colisionan, se reformulan y emergen como olas—susurros ancestrales, ciclos lunares y las corrientes magnéticas de cuerpos continuos desde mundos oníricos y telúricos. nos sumergimos en ritmos que revelan raíces y rutas, los viajes de cuerpos ligados al agua y las transformaciones que moldean en nosotras.

Siguiendo un proceso autoetnográfico y colaborativo multimodal, basado en los ámbitos sensoriales de experiencias intergeneracionales que nos atraviesan a través de conversaciones enraizadas en nuestros sentimientos como mujeres, hija, madre, y las vivencias de las mujeres de nuestra familia en un contexto sociopolítico más amplio, priorizamos la mediación sobre la representación, como un acto continuo de reimaginación. Inspirándonos en la postura de Sara Ahmed sobre las emociones como orientaciones que moldean nuestro pasado, presente y futuro, entendemos que las emociones, como el agua, trazan caminos; nos orientan hacia ciertos futuros y posibilidades, arrastrándonos hacia relaciones de pertenencia y parentesco con nuestro pasado y presente. Aquí, la pertenencia se convierte, como describe bell hooks, en el suelo de nuestro devenir, una experiencia dinámica que se extiende a través de repertorios. Inspirado en el llamado de Michael Taussig hacia una escritura etnográfica que reconozca los “álbumes de recortes”—esos contenedores donde los fragmentos del mundo interno y externo se encuentran y transforman—este ensayo se adentra en las distorsiones y mutaciones que surgen cuando lo familiar se convierte en un “mundo submarino”. Esto es lo que he llamado diarios de campo multimodales, basados en las experiencias sensoriales y corporales de una re-búsqueda etnográfica y artística.

En este sentido, a través de fragmentos, narrativas no lineales y paisajes sonoros multitemporales, emerge un ensayo sonoro-visual—no solo un ensayo, sino un recipiente, una confluencia de corrientes, experiencias e historias (a)quí y (a)llá intergeneracionales; un montaje que abre umbrales donde los recuerdos se entretejen. Como un “bolso de historias”, en palabras de Ursula K. Le Guin, sin buscar linealidad ni fijar nada en un lugar. En cambio, ofrece un espacio para habitar estas vidas, para sentir el flujo de historias mientras cambian y reverberan dentro de nosotras. Un archivo vivo y encarnado—que reúne, guarda y lleva nuestro viaje colectivo a través de las mareas intergeneracionales.

Resonando con las ideas de Astrida Neimanis sobre los cuerpos de agua, nuestros cuerpos se sienten porosos, viscosos y relacionales, parte de la vasta ecología acuática con la que devenimos. El agua, portadora de memoria y futuridad, es una fuerza de continuidad y disrupción, un medio de transformación que nos conecta a través del tiempo y el espacio. Aguas de todo tipo se encuentran: las densas mareas del estuario, donde ríos y mares se fusionan y contrarrestan; los fluidos amnióticos del devenir, de la llegada y el retorno. Estas aguas encarnan memoria y el impulso de olvidar, barriendo límites porosos. Son el dolor y la furia de mujeres ancestrales, disolviéndose y reensamblándose, un río de continuidad incesante que nos arrastra hacia un sentido de pertenencia más allá del yo. Palabras como gotas, desde las profundidades de corrientes subterráneas, corrientes electromagnéticas que nos entretejen—pulsos que nos llevan hacia adentro, nudos como nodos que se reensamblan. Inmersas en ciclos multitemporales, honramos los ecos matrilineales de nuestros cuerpos, llevados por flujos intrincados. Estas aguas, más allá de ser meramente H₂O, portan historias, densas de vidas vividas y disueltas, como resonancias de intuiciones y sueños. Encuentros sumergidos que son más que memoria; percibimos futuros dentro de mareas invisibles en las que seres y lugares, a través de tensiones, contracciones, afectos, espirales y contracorrientes, vuelven a reunirse. En estos ciclos sinuosos, sentimos, vislumbramos, un pulso, un sonido, un recuerdo del sentido acuático del futuro. Nos comprometemos con la narración como una sintonización—un medio para sentir, recordar e imaginar, para remediar y reparar, una forma de reimaginar la pertenencia dentro de la trama cósmica y planetaria, donde el tiempo es un pantano. Este ensayo está dedicado a mi abuela Lola Flórez y a sus hermanas.


publicado en https://thirdshelfjournal.com/fluids/arkhe
arkhḗ –  remember the acuatic sense of the future - sonic visual essay (2024)
w/ diana droste flórez

woven from the intersticies, unfoldings and afterlives of sounds that traverse us, spiraling from asynchrone and inner caverns, my mother and i drift through murmuring tides, and rivers beneath the rivers, tracing the contours of be-longing, home, and identity. in this flow, waters carry us across worlds and times, stitching and unstitching as they go. stories collide, reshape, and surge like waves—ancestral whispers, moon cycles, and the magnetic currents of continuous bodies from oniric and teluric realms. we dip into rhythms that reveal roots and routes, the journeys of bodies bound to waters, and the transformations they shape in us.

following a multimodal autoethnographic and collaborative process, based on sensorial realms of intergenerational experiences that traverse us through conversations based on our feelings as women, daughter, mother, the women family experiences in a broader socio-political context, their struggles and fights, our growing and living between tongues and places, we prioritize mediation over representation, as an ongoing act of re-imagination. drawing on sara ahmed’s positioning of emotions as orientations that shape both our past, present and our future, emotions, like water, shape our pathways; they orient us toward certain futures and possibilities, tugging us into relationships of belonging and kinship with our past and present. here, belonging becomes, as bell hooks describes, the ground of our becoming, a dynamic experience that reaches through repertoires. inspired by michael taussig’s call for ethnographic writing acknowledging the “scrapbooks”— those containers where the fragments of the inner and outerworlds encounter and transform, this essay delves within the distortions and mutations that arise when the familiar becomes an “underwater world”. this is what I have been calling the multimodal fieldwork diaries, based on the sensorial and embodied experiences of ethnographic and artisitc re-search.

in this sense, through fragments, non-linear narratives, and multitemporal soundscapes, a sound-visual essay emerges—not merely an essay, but a vessel, confluences of currents, experiences and intergenerational (t)her(e)-stories; a montage that opens thresholds unfolding where remembrances weave together. as a “carrier bag” of stories, in ursula k. le guin’s words, without searching for linearity, without fixing them in place. instead, it offers a space to dwell within these lives, to feel the flow of histories as they shift and reverberate within us. an embodied, living archive—gathers, holds, and carries our collective journey through the intergenerational tides.

echoing astrida neimanis’ bodies of water, our bodies feel porous, viscous and relational, part of the vast aquatic ecology we become within. water, a carrier of memory and futurality, is a force of continuity and disruption, a medium of transformation that connects us through time and space. waters of all kinds encounter: the estuary’s dense tides, where rivers and seas merge and counteract; the amniotic fluids of becoming, of arrival and return. these waters embody memory and the urge to forget, sweeping through porous boundaries. they are sorrow and fury of ancestral women, dissolving and reassembling, a river of ceaseless continuity tugging us toward belonging beyond the self. words as drops, from the dephts of subterranean currents, electromagnetic currents weave us—pulses that carry inwards, knots as nodes that reassamble. immersed in multitemporal cycles, we honor the matrilineal echoes of our bodies, borne on intricate flows. these waters, beyond mere h₂o, carry stories, dense with lives once lived and dissolved, as resonances of intuitions and dreams. submerged encounters are more than memory; we sense futures within unseen tides in which beings and places, through tensions, contractions, affections, spirals, and countercurrents, come back together. in these meandering cycles, we sense, we glimpse, a pulse, a sound, a remembrance of the aquatic sense of the future. we engage in storytelling as an attunement—a means of sensing, remembering, and imagining, to remediate and repeair, a way of re-imagining belonging within the cosmic and planetary mesh, where time is a swamp. this essay is dedicated to my grandmother Lola Flórez and her sisters.

published at: https://thirdshelfjournal.com/fluids/arkhe